Toda una secuela
Un paso más para afianzar la formula Deus Ex
esucitar franquicias clásicas se torna un reto apasionante a la par de arduo. Tienes la responsabilidad, como desarrolladora, de ofrecer una experiencia fresca y renovada desde los cimientos que le hicieron célebre en el pasado. No sólo por cuestiones de concordancia, sino por la tremenda cantidad de seguidores que esperan un producto que satisfaga sus necesidades. En este punto se encuentra Eidos Montreal, quienes tienen entre manos nada más y nada menos que uno de los estandartes de los action-RPG del siglo XXI. Sí, me refiero a Deus Ex.
He de confesar que tras conocer la vuelta de la saga sentí miedo. No han sido pocas las compañías que han tratado de seguir el mismo camino, pero con resultados que estaban lejos de lo esperado. Deus Ex Human Revolution fue el primer paso de esta serie de precuelas del título original. 2011 fue una época sombría para el mundo de los videojuegos, donde automatismos y shooters vulgares campaban a sus anchas día tras día. En pleno boom de Call of Duty era difícil ver un título de la talla de Human Revolution, y menos aún sorprender al colectivo más veterano.
Y vaya si lo hizo. Eidos Montréal trajo trazos de las raíces Deus Ex pero con un estilo más actual. Algunos, como es normal, no quedaron del todo contentos con la mezcla, pero la realidad fue bien distinta. Un punto de partida para una renovación necesaria… Por lo que nos encontramos aquí, cinco años después para hablar de su secuela. Gracias a la colaboración con Koch Media os traemos nuestras sensaciones de uno de los títulos más esperados para el presente año: Deus Ex Mankind Divided.
¿Qué es Deus Ex?
Para muchos, Mankind Divided será su primera incursión en la saga
Bastantes jugadores no conocerán muy bien los entresijos de la formula; en parte es normal al tratarse de una saga que roza los 16 años de estancia en el mercado. Estamos simplemente ante un RPG centrado en la acción que mezcla tintes de otros géneros, como shooters —tanto en primera como en tercera persona—, sandbox y aventuras donde el sigilo es el protagonista absoluto. Puede sonar extraño un cóctel tan variopinto, pero en su justa medida ofrecen una experiencia a la que, por desgracia, estamos poco acostumbrados.
La libertad a la hora de afrontar la aventura es una seña de identidad. El juego ofrece las herramientas adecuadas para que sea el propio jugador quien elija su camino. Puedes ser la reencarnación de la mismísima Parca, pero por contra puedes seguir un estilo más sosegado y misericordioso. O algo incluso mejor para los que quieran una experiencia a medio camino: una mezcla de ambos. Como podéis comprobar, las opciones son amplias y no siguen unos patrones establecidos.
Dejando a un lado las mecánicas jugables, quien de verdad sostiene el peso de la estructura es su universo. Deus Ex propone una visión alternativa de nuestro futuro más inmediato, donde el avance de la tecnología ha dado una edad de oro al ser humano. Discapacitados han podido reemplazar sus miembros perdidos por implantes y prótesis inteligentes, dando una segunda oportunidad a personas que un día perdieron una parte de sí mismos. Pero no todo es alegría y felicidad, pues son las corporaciones quienes se adueñan del control de los requisitos básicos para la sostenibilidad de esta nueva época.
El universo se enriquece de la tan característica línea artística, compuesta —principalmente en las precuelas— por tonalidades naranjas y triángulos que dejan entrever que nos encontramos en una realidad conocida, pero nueva al fin y al cabo. Y no, en el juego que trataremos hoy no tiene ningún filtro amarillo que empañe la pantalla.
Si he atraído vuestra atención, os recomiendo que sigáis leyendo, pues Deus Ex Mankind Divided es una estación perfecta para que os subáis al tren de la saga. La compañía conocía muy bien que, al llegar a una nueva generación, estaría tratando con una parte de la comunidad completamente ajena a sus proyectos, por lo que muchos se sentirían curiosos ante su planteamiento. Por ello, el juego cuenta con varias concesiones que situarán al jugador menos avezado. Nada más iniciar la partida tendréis a vuestra disposición la posibilidad de visualizar un vídeo que resume todos los acontecimientos de Human Revolution en un total de 12 minutos. Muchas cosas se os escaparán, normal al tratar con una linea argumental compleja, pero será un buen punto de partida.
Humanidad dividida
El ser humano lucha contra si mismo
El mundo está al borde del precipicio una vez más. Los intentos de Adam Jensen —a quien encarnaremos en la aventura— por erradicar el conflicto entre aumentados y naturales quedaron en agua de borrajas, agravando aún más la situación. En pleno 2029 el panorama es desolador. Todos aquellos mejorados tecnológicamente han sido repudiados, separados del resto de la sociedad en sus propios guetos. La tensión se puede cortar con un cuchillo, viendo incluso a las autoridades actuar en contra de estas personas. Es una época gris, pero Adam no pierde el ánimo por aportar su granito de arena para poder desenmascarar a aquellos responsables de la catástrofe humanitaria que vive el Planeta Tierra.
Desolado y hundido, el propio Adam se una a una célula encubierta recién creada por la Interpol, llamada Grupo de Operaciones 29 (GO29). Sus miembros tienen una misión sencilla: combatir el terrorismo internacional a toda costa. Pero a nuestro protagonista no le mueven sólo estos ideales. Al estar cerca del poder puede tener más posibilidades de revelar la verdad, la cual permanece latente tras la humareda de secretos que tiñe al mundo.
Bajo esta premisa comienza Deus Ex Mankind Divided. Como podéis observar, no he profundizado en algunas de las menciones a las que me he referido con anterioridad. Es normal, pues destripar un ápice del argumento del juego os chafaría todas las sorpresas, giros y retornos que os esperan en él. El hilo conductor es claro y conciso, pudiéndolo seguir por cualquier usuario sin muchos problemas, pero no llegaréis a comprender en su totalidad todo el conglomerado de tramas que propone el título sin jugar al menos a Human Revolution.
El juego se compone de dos arcos argumentales. Pese a que los dos permanecen conectados, por momentos se sienten diferentes. Uno digamos que es el principal, quien otorga profundidad al otro, pero este segundo a su vez rellena los huecos del contrario. Actúan como una simbiosis. Lo lógico sería pensar que el secundario, quien ocupa los espacios del principal, no interviniera activamente en el desarrollo del hilo principal del juego. Craso error, pues es quien de forma silenciosa toma el timón de la trama.
Por tanto, nos encontramos cómo de repente termina el juego en una situación que pasaría como un punto intermedio de la trama. Creía que estaba poco más del ecuador del título, pero los créditos aparecieron en mi pantalla. La recta final no ha sido llevada de la forma más correcta, dejando sin respuesta la mayoría de preguntas. Puede ser debido a dos cosas: por ampliaciones a través de contenidos descargables —recordemos que el juego cuenta con un pase de temporada— o simplemente por una futura secuela. Después de vivirlo en primera persona me inclino por lo primero, pero está claro que ambas cosas ocurrirán.
Un sabor amargo no debe de empañar el resto de la trama, pues en todo momento consigue mantener el interés del jugador. Nos vemos atrapados en un continuo nudo de sucesos del que no nos permitirá tomar ningún respiro. Incluso las misiones secundarias tienen sus propias subtramas que enriquecen la experiencia global. Para dar sentido a todo el conjunto, debemos de tener por norma leer todos los materiales argumentales; En forma de correos electrónicos, agendas de bolsillo y diálogos con los personajes obtendremos un mayor conocimiento del trasfondo. Deja a nuestra elección descubrirlos o no.
Praga, un espejismo de lo que fue
Exploración a tu elección
Los títulos de mundo abierto se han convertido en toda una tónica en esta generación de consolas. Muchos usuarios muestran reticencias al ponerse a los mandos de un juego que siga esas directrices. Es normal, las compañías ofrecen grandes extensiones de terreno a costa de insuflar relleno al desarrollo de la aventura, haciendo que la experiencia se diluya después de la sorpresa de las primeras horas de juego. Deus Ex Makind Divided ofrece una porción de mapa en la que puedes navegar con libertad, pero de forma acotada.
Praga será la ciudad principal de esta entrega. La capital de República Checa fue una vez un paraje de esplendor, pues las corporaciones tecnológicas echaron raíces en sus fronteras. Junto a las corporaciones, miles de aumentados llegaron para vivir en un futuro de diversidad, convirtiéndose en algo más que la capital de un país; la de los aumentos. Tras El Incidente —donde millones de personas perdieron la vida—, quienes una vez fueron amos pasaron a ser simples despojos humanos.
La ciudad se divide en dos zonas separadas. Para pasar a otra, debemos de utilizar las estaciones de metro que se encuentran repartidas por sus calles. Como comentaba, no debéis de tener miedo ante esta libertad. Praga tiene un tamaño más bien pequeño, lo justo y necesario para dar variedad a la linea argumental. Ente sus rincones encontraremos secretos, misiones secundarias, mercaderes, coleccionables y material secundario del universo Deus Ex.
Como decía uno de los responsables del título, tienes que pensar en vertical para exprimir al máximo lo que ofrece la localización. No solo hacia arriba, sino hacia abajo pues también podremos acceder a la red de alcantarillado. Puedes elegir explorarla a fondo o simplemente dejarte llevar por la acción principal, pero ya que estamos sumergidos en la obra qué menos que disfrutar de las tareas que aguardan en ella.
Allí es donde Adam ha fijado su residencia, al menos temporalmente. Su piso franco no dista mucho del que disfrutaba en Detroit, aunque en esta ocasión se le ha querido dotar de un mayor protagonismo al incluir entre sus muros el avance de algunas misiones secundarias. Adam vive en un apartamento en el último piso de un bloque residencial, compuesto de vecinos aumens. Pese a su trabajo, al ser aumentado también sufre la exclusión.
No quiero desvelar ningún detalle argumental, pero como sabréis no sólo navegaremos por Praga. Ciudad como tal sólo visitaremos dos, aunque ésta es la que más peso tendrá en el desarrollo del título. Por supuesto, algunas misiones de la trama darán lugar en otras localizaciones alrededor del planeta, pero entrar en detalles podría arruinaros las sorpresas. Desde luego he quedado bastante satisfecho con el diseño de la ciudad. En ningún momento se hace pesado navegar por ella. Quienes no quieran explorar podrán alcanzar las misiones de la trama de forma rápida y accesible.
Casi podría decir que actúa como un gran nivel unificado. Deus Ex Mankind Divided ha aumentado sustancialmente el tamaño de los niveles respecto a su antecesor, ofreciendo un diseño con más posibilidades de juego. Puedo sacar a relucir una de las misiones tempranas del juego, que da lugar en un banco. Una vez en la entrada, tenemos que analizar nuestro entorno para poder avanzar poco a poco. Existen multitud de rutas y formas de alcanzar nuestro objetivos dependiendo de nuestro estilo de juego.
Entiendo que algunos prefieran jugarlo en su vertiente más puramente shooter, pero en mi opinión es una forma de perder una oportunidad fantástica. Jugarlo en sigilo sin neutralizar violentamente a nuestros adversarios es de las mejores experiencias que podrás vivir en la presente generación, pues seguir esta mentalidad hará que exprimas por completo tanto a Adam como al diseño que ofrecen los niveles.
Las misiones se dividen en tres tipos: Principales, secundarias y puntos de interés. Son en las dos últimas donde recae una de las facetas que más gustará al público veterano. En la mayoría no aparecerá el mapa el punto exacto de nuestro objetivo, sino que tendremos que valernos de las descripciones y del entorno para alcanzar la meta con la que poder seguir avanzando en la misión. A veces, una marca nos indicará la zona de búsqueda, pero seguiremos teniendo que explorar.
Adam Jensen 2.0
Puliendo una base única
Una vez más controlaremos a Adam Jensen, un agente aumentado que nunca pidió vivir con ellas. Pese a que la intervención de Sarif Industries le salvó la vida, siente cómo le desgarraron lo que le hacía humano. Su cuerpo de compone de un total de 28 implantes, dejando la mayoría un mayor campo de mejora. Desde los ojos, pasando por los brazos, pulmones y un largo etcétera. Absolutamente la totalidad de su cuerpo se compone de piezas mecánicas, lo que le permite sobrevivir.
Tendremos la oportunidad de contar con una mayor gama de opciones, además de nuevos implantes que aportarán variedad a las mecánicas. Seguiremos mejorando nuestra capacidad gracias a los puntos de Praxis, los cuales se conseguirán recaudando un total de puntos de experiencia o a través de los niveles. En los primeros compases, al aplicar un punto en uno de los nuevos implantes hará que la estabilidad de la energía del cuerpo disminuya, por lo que tendremos que inhabilitar uno a nuestra elección. Esta acción será irreversible hasta cierto punto de la trama, donde comenzaremos a desarrollar los implantes con completa libertad.
Los nuevos implantes amplían las capacidades defensivas y ofensivas de Adam. Algunos serán de lo más útiles, como el pirateo a distancia o los dardos taser, mientras que otros servirán para aguantar mejor el tipo en pleno tiroteo gracias al prototipo de blindaje o el lanzamiento de cuchillas. Un detalle sin importancia, pero de los que sacan una sonrisa, es que todos y cada uno de los implantes de Adam han sido modelados. En el menú de mejoras, al entrar en cada casilla encontraremos el componente a mejorar. Como digo, no tiene mucha importancia, pero el mimo por el detalle es palpable.
Jugarlo en sigilo sigue siendo el método que más puntos de experiencia reporta al jugador. Seguir este estilo hará que en poco tiempo podamos reunir varios de los implantes imprescindibles para afrontar las etapas más desafiantes del juego. Es lógico que quienes escupan plomo necesiten más tiempo para adquirirlos, pues es una vía rápida y menos elaborada, aunque también es cierto que los enemigos son letales —al menos en la última dificultad—.
Más allá de los implantes, el juego ha podido reunir un buen surtido en nuestro arsenal, dando profundidad al armamento con la personalización. En algunas de las armas ofensivas, como una pistola común, podrán intercambiarse el tipo de munición por algunas no letales. En este ejemplo, cambiaremos las balas comunes por balas PEM que serán de gran utilidad contra enemigos aumentados o para inhabilitar componentes electrónicos. Pero no solo se queda en la munición: mirillas, silenciadores y accesorios podrán acoplarse dependiendo del arma en cuestión. Esta personalización podrá realizarse a través del inventario o en pleno tiroteo gracias a la nueva interfaz —parecida a la que podemos ver en títulos como Crysis—. Las armas no sólo sirven para neutralizar al enemigo, sino como una herramienta más ante los peligros mecánicos.
A través de la recolección de componentes de fabricación podremos elaborar nuestros propios utensilios y mejorar algunos aspectos de nuestras armas. Pese a que estos últimos requieren de un gran número de componentes, serán útiles para desarrollar biocélulas, botiquines o munición para nuestros dardos tesla. Los componentes son bastante escasos para lo que podíamos esperar, por lo que tendrás que gestionarlos sabiamente antes de malgastarlos.
Una de las cuestiones que sembró algunas críticas en su antecesor fue el esquema de control con mando y la jugabilidad en sí. Adam se comportaba a veces de forma errática al lidiar con las coberturas, y los controles no eran los adecuados para quienes querían jugarlo como un first person shooter. En Deus Ex Mankind Divided se ha pulido y mejorado las sensaciones del personaje, ofreciendo diversos esquemas para aumentar las opciones del jugador. Incluso han dejado los que se utilizaban en Human Revolution; si alguien se sentía cómodo con ellos, podrá vivirlo así.
Se han añadido menús rápidos y atajos en el control para intentar parar lo menos posible la acción y a su vez minimizar el tránsito entre menús. El inventario principal lo tocaremos bien poco, de hecho el juego cuenta con una opción que ordena automáticamente nuestros objetos en él. Quizá en su versión para ordenador la cosa cambie, pero al menos durante mi experiencia en Playstation 4 ha sido así. Lo cual, en mi opinión, se agradece.
Es en la vertiente más puramente shooter donde más ha evolucionado. La compañía ha pulido a conciencia el comportamiento de Adam y las sensaciones al utilizar el armamento —el denominado gunplay—. Ahora las armas se sienten realistas y acordes a nuestras acciones, ayudando a que aquellos que elijan este camino se encuentren lo más cómodos posibles. Aunque no tenga nada que ver con este aspecto, el juego sigue contando con transiciones al realizar ejecuciones. El tiempo vuelve a pararse durante el transcurso de la animación… Creo que va siendo hora de que entre dentro de la acción en tiempo real.
Tengo la sensación de que, en lineas generales, Deus Ex Mankind Divided es más sencillo que su antecesor. He terminado el juego en la máxima dificultad y sin ninguna baja letal con bastante pocas complicaciones. Es cierto que el rodaje en la saga permanece ahí, pero si sabes gestionar bien tus energías y colocar los puntos de praxis en los implantes más útiles acabaras compartiendo sensaciones conmigo. Pese a ello, algunos niveles son bastante desafiantes; requieren de una gran astucia y precisión casi milimétrica para sortear algún que otro obstáculo. Al fin y al cabo explorar tu entorno es la clave para avanzar con buen pie.
Evolución sin riesgo
A veces es mejor dejar los experimentos a un lado
Deus Ex Mankind Divided no es ninguna revolución. El juego toma la base de Human Revolution y trabaja sobre ella para ofrecer una experiencia más satisfactoria. Algunos quizá esperaban mayores novedades, pero tengo la sensación de que el título es un paso intermedio para una futura secuela. A veces los riesgos hay que dejarlos a un lado, pues experimentar puede descontentar a tu base de jugadores. Makind Divided no necesita nada más, se vale por si sólo para demostrar que una secuela ha de seguir con firmeza sus propias raíces.
La duración de la primera partida girará en torno a las 40 horas si sois un perfil de jugador completista. Si no, ir directos a la trama alcanzará las 16 horas. No hay una gran cantidad de misiones, pero las que están son lo suficientemente largas como para estar un tiempo entretenidos. Tu primera travesía puede ser nada más que un mero trámite, pues al terminarla desbloquearemos una nueva dificultad y la oportunidad que iniciar una nueva partida plus, en la que se importará todas nuestras mejoras e inventario de la partida original. Por otro parte, la dificultad mencionada será bastante especial, pues al morir perderemos todos nuestros progresos. Puede ser esta la experiencia que algunos jugadores encontrarán para saciar su sed de desafío.
Pero la compañía ha dispuesto de un modo adicional a la campaña. Llamado Breach, está pensado para ser la vertiente arcade de la aventura principal. Localizado en el mismo periodo en el que transcurren los sucesos de Deus Ex Mankind Divided, ahondará un poco más en el universo de la saga. Se compone de pequeñas fases a contrarreloj donde los objetivos variarán según en donde nos encontremos. Desde piratear un servidor hasta eliminar un número determinado de objetivos. El modo transcurre en el interior de varios de los servidores de las compañías tratadas en el juego original, por lo que controlaremos a un alter-ego llamado Ripper.
Pese a que el rol de Breach era secundario, estaba pensado para ser un componente que alargue la vida útil del producto. Pero no lo consigue. Los niveles se vuelven monótonos cada vez que ahondemos más y más en ellos, y la calidad de sus diseños no es la misma que la que podemos encontrar en la aventura principal. Es una gran idea que, para progresar, tengamos que abrir células con las que obtener cartas que nos reportarán mercancía a utilizar, pero el tiempo invertido en él no merece mucho la pena. Breach se queda en una mera anécdota.
Si bien comentaba con anterioridad la escasa evolución, algunas facetas requerirán más trabajo en proyectos futuros. Me refiero sobre todo a la inteligencia artificial y sus métodos de actuación. En fases de acción los enemigos son letales, pero en sigilo siguen una linea demasiada individual, lo que facilita nuestra tarea a la larga. Los campos de visión son un poco estrechos, en más de una ocasión pasaremos al lado de alguien que no notará nuestra presencia. Ocurre algo similar cuando somos detectados, en esa búsqueda no se ayudan los unos a los otros; en esa separación tomaremos ventaja.
Algo que me gusta de la franquicia Batman Arkham de Rocksteady es que nuestros adversarios actúan de acuerdo a la amenaza que supone el caballero oscuro. Tomando precauciones tanto en el entorno como al interactuar con sus compañeros. En el punto en el que nos encontramos con Mankind Divided no lo achaco como un aspecto negativo, pues todavía no es una situación sangrante, pero si siguen este camino para la secuela dejaría bastante que desear.
Quisiera hacer una especial mención al apartado técnico. La versión que hemos tenido la ocasión de probar corresponde a la de Playstation 4. Mi sorpresa vino al comprobar que, efectivamente, el juego corre a 60 imágenes por segundo; no lo esperaba en absoluto. Se comporta de manera estable durante la gran mayoría del juego, aunque sufre caídas en algunas zonas de la ciudad y en cuanto hay una cantidad de efectos y enemigos abundante en pantalla. En este tipo de títulos que requiere de tanta precisión se agradece que hayan alcanzado esta cifra.
Es sorprendente que se desenvuelva así con la calidad gráfica que muestra. No es una referencia, pero está por encima de la media. En términos generales ofrece buenos resultados.
Conclusiones
Una rara avis en pleno 2016
Deus Ex Mankind Divided está lejos de ser un título perfecto, pero tiene ese algo especial que hace sentir al jugador que se encuentra ante uno de estos juegos que no se encuentran de forma habitual en el mercado. El ritmo no decae durante la totalidad del desarrollo, tanto a nivel argumental como jugable. Las mejoras en las sensaciones al controlar a Adam se agradecen mucho, convirtiendo la formula en un espacio donde más jugadores pueden entrar sin comprometer a los que ya están habituados.
Pese al mal trago de la recta final, en conjunto seguro que no defraudará a los seguidores de la franquicia. Los retrasos pudieron desquiciar a algunos, pero el trabajo y el mimo por el detalle son palpables en cada faceta. Las expectativas han sido alcanzadas, siendo uno de los mejores títulos de este 2016. Deus Ex Mankind Divided es un paso intermedio para una secuela a lo grande, lo que a todas luces será el cierre de la posible trilogía de Adam Jensen.
«No es el fin del mundo, pero se puede ver desde aquí.»
La entrada Análisis de Deus Ex Mankind Divided aparece primero en Games Tribune Magazine.