Análisis Grim Dawn
por Jon Andoni Ortiz Zubiete
Versión analizada: PC
o que mejor define a Grim Dawn es su faceta rolera centrada en la acción desde una perspectiva isométrica, al más puro estilo Diablo. Y junto a Path of Exile, es uno de los referentes actuales en el género, que ha rejuvenecido mucho en los últimos años, gracias a Kickstarters, pero sobre todo gracias a los usuarios, que no quieren que un género tan específico pero a la vez tan importante desaparezca de sus pantallas.
Grim Dawn nos pone en la piel de un hombre que hasta hace bien poco estaba poseído por una fuerza llamada Aether. El espíritu que habitaba en el personaje, al ver próxima su muerte, abandona el cuerpo, dejándonos al borde la muerte. Nada más recuperarnos comienza nuestra aventura, que como podréis imaginar está relacionada con masacrar a miles de criaturas mientras nos movemos por el vasto territorio que hay a nuestra disposición; y esto es lo que haremos durante las casi 16 horas que dura el título.
De todas formas, siendo el género que es, la variedad no es una de las exigencias; introducir puzles sería perjudicial para el flujo constante de acción. Si no es esto lo que buscáis, dejad pasar el título. La historia es interesante, pero no deja de ser una mezcla de lo visto en otros juegos; sirve para mantener el hilo de lo que juegas, pero no es ni mucho menos algo por lo que adquirirlo.
En el terreno jugable, tendremos seis clases diferentes para elegir, muy variadas y diferentes entre sí, además de que a nivel 10 nos dejará elegir una segunda clase. Esto permite una personalización considerable, que junto a lo enorme de la ventana de habilidades hará de nuestros personajes algo totalmente único. Como en la mayoría de juegos de este tipo, los mejores objetos, ya sean armaduras o armas, se consiguen matando enemigos y no comprándolos en tiendas, por lo que la suerte juega un papel importante. Además, el mundo de Grim Dawn funciona con un sistema de reputaciones, que nos impedirá comprar objetos hasta que hayamos hecho las suficientes misiones para la facción a la que vamos a comprar.
Podemos mejorar nuestros objetos para que tengan mejores estadísticas, e incluso las podremos imbuir con nuevas habilidades. Hay cuatro niveles de dificultad, pero para desbloquear dos de ellas hay que completar el juego; en veterano, la segunda dificultad, el título es asequible, y con tener suficientes pociones podremos con cualquier desafío. La variedad de enemigos y de lugares que visitamos son dos puntos significativos a favor del título, donde destacan los combates contra jefes y las partes en interiores.
Hablando de los escenarios en profundidad, el diseño de los mismos es excelente. La mayoría de zonas están construidas alrededor de una carretera principal, por lo que si solo quieres seguir la historia, puedes avanzar por ella sin muchos problemas, y si quieres meterte a hacer misiones secundarias, te alejas del camino. Suena simple, pero no es algo muy común, y funciona de forma muy elegante. Además, el propio juego te avisa cuando estás entrando en una zona con enemigos de demasiado nivel. Separarse de la calzada principal también nos sirve para encontrarnos con otros personajes, con los que podremos interactuar, y también nos dará acceso a cuevas que sirven de atajos de una zona a otra.
En el apartado visual, Grim Dawn está anticuado, pero esto cumple dos propósitos; funciona hasta en los PC más modestos, y hace un muy buen uso de los efectos y de las físicas. Eliminar a varios enemigos a la vez y observar como salen volando y quedan desparramados por el escenario es motivo de regocijo. Que los escenarios sean variados también ayuda a ocultar el pobre apartado gráfico. Los efectos sonoros son muy gratificantes, y la banda sonora, a pesar de casar muy bien con el estilo visual y ser variada, llega a hacerse repetitiva cuando llevas muchas horas.
Para que este tipo de títulos sean recordados y jugados de forma constante, hay dos aspectos que tienen que estar trabajados. Lo primero, el apartado online tiene que funcionar de forma correcta, pues este tipo de juegos son fundamentalmente jugados en compañía de amigos. Lo segundo, el end-game, o lo que es lo mismo, el juego después de que consigas completar la mayoría de actividades básicas, debe ser extenso e interesante, para mantener a los jugadores entretenidos.
En lo referente al primero, el título funciona tan bien como se podría esperar, pero lo segundo no es algo que se pueda comprobar en las 16 horas que dura el título. De todas formas, los desarrolladores explicaron que su objetivo era que ese end-game iba a ser una de sus principales tareas, por lo que es muy probable que esté lo suficientemente trabajado. Uno de esos aspectos que sí se puede ver en el transcurso de la historia es el tema de las recompensas, que se van reponiendo una vez las hacemos.
En conclusión, Grim Dawn es un juego muy sólido, que tiene todas las bondades (y fallos) del género, y que hará las delicias de los que busquen algo parecido a Diablo. La innovación es casi nula, pero lo que hace, lo hace muy bien. Por el precio que tiene es una alternativa muy a tener en cuenta y si contáis con un buen grupo de amigos con el que jugarlo la experiencia será todavía mejor.
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